Cuando leemos esta maravillosa obra de Gabriel García Márquez nos trasladamos en una especie de línea del tiempo histórica que nos hace sentir vivas nuestras propias raíces, el hecho de que el autor haya penetrado tanto en hechos cotidianos de la mayoría de familias latinoamericanas es increíble, al igual que la forma en cómo mezcla toda esa magia y el escepticismo de nuestra cultura; realmente me encanta la forma tan adelantada en la que García Márquez habla de los avances que se tienen alrededor del mundo y que obviamente llegan a nosotros los países tercermundistas con un desfase de años muy amplio, así como también la representación viviente de las transnacionales que vienen a nuestros países, muy ricos en recursos. Por cierto, pero que no sabemos administrar, a explotar las bondades y nuestra mano de obra, en fin muchas son las imágenes que el autor nos presenta en su obra y que en la actualidad siguen vigentes en nuestra historia. "Porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tienen una segunda oportunidad sobre la Tierra"
Saludos seño Elenita aquí está mi comentario.
Atte. Wendy Carbajal
Hola Wendy, me alegra leer su comentario y darme cuenta que no ha olvidado el término utilizado por Alejo Carpentier "Real maravilloso" para nombrar el realismo mágico presente en nuestras culturas. En 1967, año de la publicación de Cien años de soledad, todavía no habían tantos artilugios como hoy, pero Márquez parece que se estaba adelantando y nos presenta a José Arcadio Buendía como un hombre que quiere todo eso nuevo que lleva Melquíades, en la actualidad el consumismo está haciendo lo mismo con la mayoría de personas.
ResponderEliminarEs fascinante la forma en que Márquez nos plantea la vida de los habitantes de Macondo, sea casi un fiel reflejo en la forma que vivían muchas personas de los países de Latino América, así como los "inventos" novedosos que llegan a Macondo y atraen la atención del público que ignora la verdadera antigüedad que poseen, un saludo, muy buen comentario ^^
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